El motivo número uno por el que las uñas se terminan levantando, es por una preparación inadecuada de la uña natural antes de hacer el esculpido. Para preparar una uña de forma correcta debes saber que la composición de la placa ungueal incluye un alto porcentaje de agua y grasa naturales que interfieren en la adhesión.

  • Comienza con la fase mecánica, es decir, la fase que trabajamos manualmente.
    Desinfecta y retira restos de suciedad con un quitaesmalte sin acetona, limpiando la superficie de cada una de sus uñas, para retirar cualquier agente contaminante.
  • Suavemente empuja hacia atrás la cutícula, que está pegada a la superficie de la uña sin aplicar productos que contengan grasa o aceites.
    Esta capa debe ser retirada con mucho cuidado, con un empujador metálico. Muchos son los expertos que coinciden en afirmar que se pierden muchas horas de valioso tiempo en hacer reparaciones debido a que la cutícula se ha retirado de una forma inadecuada. Esto ocurre porque cualquier resto de piel que se deja sobre la uña queda atrapada entre la uña natural y el producto, evitando su eliminación y favoreciendo, por consiguiente, que la uña se despegue. Este paso es el más importante para evitar levantamientos de producto.
  • A continuación pule la superficie de la uña natural.
    No utilices un grano grueso superior a 180. Los abrasivos fuertes suelen rallar la superficie de la uña, debilitando la uña natural y la formación del esculpido.
    Presta especial atención a los lados y a la zona de la cutícula cuando estés preparando la uña y no tengas miedo de empujar la piel hacia atrás.
    Esta área es la gran olvidada y por donde suele comenzar a levantarse la uña. Algunos técnicos utilizan una fresa de cutícula o cónica en sus tornos para limpiar fácilmente la zona de la cutícula, eliminando el tejido muerto de la placa ungueal y raspando ligeramente la superficie (para abrir el poro y que luego el producto tenga mejor adhesión). Tras el limado, retira todo el polvo y los restos con un cepillo desinfectado o especial para limpiar restos de partículas. Prohibido hacerlo con tus dedos.
  • A continuación pasaremos a la fase química, en esta aplicamos producto de laboratorio (productos químicos), primero eliminaremos el exceso de agua con una capa de preparador de uña artificial, este nos deshidrata la uña.
  • Seguidamente el desengrasado químico, podemos aplicar bonder o primer, mi consejo es que si os encontráis con una uña grasa apliquéis primer ya que contiene ácido y nos ayudara a adherir mejor el producto en este tipo de uñas. Ya puedes empezar a esculpir, está preparación la realizaremos en ambas técnicas, gel y acrílico.

A destacar:

Controla los “desbordamientos”: No permitas que el producto se escurra sobre la piel del cliente.
El producto no se pega a la piel, por lo que un desbordamiento en la zona de la cutícula o laterales producirá el levantamiento de la uña. Dejar un fino margen de unos milímetros alrededor de la cutícula y laterales. Dejando este espacio entre la cutícula y el borde libre tendrás sitio suficiente para trabajar entre ambos y limar el revestimiento por completo, hasta dejarlo fino y alineado en la zona donde se encuentra con la uña natural.

Mi última recomendación:
Prepara una mano y aplica el producto. A continuación realiza el mismo trabajo sobre la otra. Es importante porque en ocasiones el cliente, con la mano preparada, tiende a tocarse la cara, rascarse la cabeza o hablar por el móvil, tirando por la borda todo tu trabajo de preparación.

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